El primer ministro español convoca elecciones anticipadas después de una paliza en las encuestas locales

En un movimiento sorpresivo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, convocó el lunes a elecciones anticipadas el 23 de julio, un día después de que su partido socialista sufriera una paliza en las encuestas locales y regionales.

Ampliamente visto como un ensayo general para las elecciones generales que se esperaban para fin de año, las elecciones del domingo vieron al principal grupo de oposición, el Partido Popular (PP), anotando la mayor cantidad de votos.

El PP de derecha también logró avances significativos a nivel regional, al apoderarse de seis regiones que habían sido lideradas por los socialistas, incluida Valencia en el este y las Islas Baleares, que incluye la isla vacacional de Ibiza.

Pero mientras los expertos reflexionaban sobre la derrota de los socialistas en las encuestas, Sánchez sorprendió al establecimiento político al decir que había informado al rey Felipe VI de su decisión de disolver el parlamento y convocar elecciones generales el 23 de julio.

"Me hago responsable de los resultados y creo que es necesario responder y someter nuestro mandato democrático a la voluntad del pueblo", dijo.

Los resultados del domingo "requieren una aclaración de los españoles sobre... qué fuerzas políticas deben liderar esta fase", dijo.

El líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijoo, todavía jubiloso por el éxito del domingo, dio la bienvenida al anuncio de las elecciones anticipadas diciendo: "cuanto antes, mejor".

España, ha dicho, "ha iniciado un camino de cambio que ya es imparable".

Oriol Bartomeus, profesor de política en la Universitat Autònoma de Barcelona, dijo que Sánchez "enfrentaba una derrota estrepitosa y ahora ha cambiado el campo de juego".

"La alternativa eran seis meses de sangría gubernamental y él ha decidido jugárselo todo", dijo a la AFP.

Pero en Madrid, muchos dudaban de su convocatoria a elecciones anticipadas.

"No creo que haya sido una buena decisión, esta vez perdió y si lo adelanta no cambiará mucho la opinión de la gente", dijo a la AFPTV Carla Giménez, de 30 años.

"Para mí, el miedo es un gobierno PP-Vox", dijo Iris Hernández, una joyera de 65 años, refiriéndose a la necesidad del partido de apoyarse en Vox, la tercera fuerza política de España de extrema derecha.

Aunque el PP tomó el poder de los socialistas en seis regiones, solo podrá gobernar allí con el apoyo de Vox, lo que representa un gran dolor de cabeza para Núñez-Feijoo.

Pero Juan José García González, de 76 años, quien votó por Vox, dijo que los resultados del domingo simplemente reflejaban "lo que muchos de nosotros hemos estado diciendo en las calles".

"Creo que crecerá el apoyo a Vox" antes de las elecciones, dijo.

En el cargo desde 2018, Sánchez ha luchado contra la fatiga pública con su gobierno de izquierda, así como contra el desencanto de los votantes por el aumento de la inflación y la caída del poder adquisitivo en la cuarta economía más grande de la eurozona.

También se ha visto afectado por las repetidas crisis con Podemos, su socio de coalición de extrema izquierda, cuyo apoyo también se derrumbó en la votación del domingo.

La dependencia de Sánchez del apoyo de los partidos separatistas catalán y vasco para aprobar la legislación también ha dañado su posición.

El PP consiguió más de siete millones de votos (31,52 por ciento) en las elecciones municipales, frente a los casi 6,3 millones de los socialistas (28,11 por ciento).

El otro gran triunfador ha sido Vox, que aspira a convertirse en un socio imprescindible del PP, tanto a nivel autonómico como, en última instancia, nacional.

Desde que asumió como líder del PP el año pasado, Núñez-Feijoo ha buscado moderar la línea del partido manteniendo a Vox a distancia. Ahora tendrá que entrar en negociaciones con Vox sobre su papel en los gobiernos regionales y locales.

"Los socialistas probablemente intentarán utilizar estas próximas conversaciones para movilizar a los votantes de izquierda contra un posible gobierno de PP-Vox a nivel nacional", dijo Antonio Barroso, de la consultora política Teneo.

No quedó claro de inmediato cómo tales negociaciones "afectarían la tendencia a votar por el PP", dijo.

A pesar de la apuesta arriesgada de Sánchez, "las probabilidades de que un gobierno de derecha asuma el poder en julio son altas, una probabilidad del 70 por ciento", dijo Federico Santi, analista de Eurasia Group.