Sacerdotes en Bolivia 'Santos de día, demonios de noche': presunta víctima

Un exseminarista boliviano que dice haber sido víctima de una vasta red de abusos sexuales en la Iglesia católica contó a la AFP sobre décadas de "infierno" infligido a los niños por hombres de culto.

Pedro Lima dijo que no solo los menores sino también los adultos como él que se preparaban para convertirse en sacerdotes eran objeto de abusos en el país sudamericano, a menudo por parte de clérigos que llegaban de España.

El hombre de 54 años, que vive en Paraguay desde 2011, donde trabaja como herrero, regresó a su hogar el mes pasado para prestar declaración en una amplia investigación sobre la depredación de niños en escuelas de todo el país, incluido un internado para niños pobres y rurales en Cochabamba. .

"Los niños vivieron un infierno", relató sobre las cosas que dijo que vio. "Estos sacerdotes abusadores eran santos de día, demonios de noche".

En el centro del último escándalo se encuentra un sacerdote español llamado Alfonso Pedrajas, quien murió en 2009 después de décadas de servicio como maestro de la Iglesia en Bolivia desde 1971.

En su diario, recientemente descubierto y publicado por un periódico, Pedrajas confesó haber dañado a decenas de personas, posiblemente hasta 85. También señaló que altos clérigos sabían de sus crímenes y se mantenían callados.

Lima, quien dijo que se había encontrado personalmente con Pedrajas, afirma que fue expulsado de la orden jesuita en 2001, mientras estudiaba para ser sacerdote, por denunciar abusos.

Desde entonces, ha compilado una lista de presuntos malhechores, la mayoría de ellos ahora muertos.

"No fue un solo sacerdote, hay una estructura de sacerdotes que se ayudaron y apoyaron entre sí para que esto (los abusos) pudiera seguir ocurriendo", dijo a la AFP.

Los sacerdotes escucharon las quejas de las víctimas jóvenes, luego las reprendieron y las expulsaron de la escuela, alegó Lima.

Dijo que él también fue una víctima, pero se negó a entrar en detalles dado el "dolor" que le causa.

"Ese tipo de actos que se han cometido contra otras personas también se han perpetrado contra mí", dijo Lima.

El sacerdote español Jordi Bertomeu, uno de los principales investigadores de delitos sexuales del Papa Francisco, ha estado investigando las denuncias en Bolivia, un país de 12 millones de habitantes en su mayoría católicos.

Según Lima, los agresores les "lavaron el cerebro" a niños vulnerables a quienes les hicieron creer que eran "los malos y los inútiles".

La Conferencia Episcopal Boliviana, que el mes pasado admitió haber sido "sorda" ante el sufrimiento de las víctimas de los sacerdotes pedófilos, se negó a comentar sobre las acusaciones específicas de Lima.

Desde las revelaciones en el diario, los fiscales bolivianos han abierto casos contra sacerdotes, incluido Pedrajas y otros tres de España: Luis María Roma, Alejandro Mestre y Antonio Gausset.

Los cuatro han fallecido, pero hay otros acusados que siguen vivos.

Varias presuntas víctimas se han presentado en las últimas semanas en la capital La Paz, en Cochabamba, Tarija en el sur y Santa Cruz en el este.

Una investigación reciente del periódico boliviano Página Siete encontró al menos 170 presuntas víctimas.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha escrito al Papa Francisco para pedirle los archivos sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en el país sudamericano.

Lima, por su parte, busca la "reparación integral" de la Iglesia.

Hay "personas rotas, totalmente, cuyas vidas fueron destruidas por la agresión, personas que han terminado necesitando (tratamiento) psiquiátrico", dijo Lima, aunque él mismo salió bien.

"El daño es grande".

Miles de informes de pedofilia dentro de la Iglesia Católica han surgido en todo el mundo en los últimos años.

El Papa Francisco ha prometido una "batalla total" contra el abuso clerical, celebrando una cumbre sin precedentes sobre el tema en 2019 y promulgando reformas que incluyen nuevas obligaciones para denunciar el abuso infantil y los encubrimientos por parte del clero.